martes, 14 de agosto de 2012
ACOSO ESCOLAR
El acoso escolar o bullying corresponde a un fenómeno de violencia entre dos o más, cuya frecuencia ha ido aumentando dramáticamente en los últimos años. Puede llegar a límites extremos, con pérdida de vidas por asesinato o suicidio, hechos que hemos escuchado en los medios de comunicación, alertándonos momentáneamente. Estas acciones incluyen desde las bromas pesadas, el ignorar a la víctima, las agresiones físicas entre otras. Lo característico y lo grave, más que las acciones mismas, son las consecuencias psicológicas sobre la víctima. La edad de mayor riesgo es entre los 11 y 15 años, período de profundos cambios físicos y emocionales. Por eso, nosotros los maestros debemos estar atentos frente a estas circunstancias. No debemos pensar que estas acciones son siempre “normales” entre niños o adolescentes.
Perfil del agresor:
- agresivos e impulsivos
- ausencia de empatía
- poco control de la rabia
- autosuficientes
- sin sentimientos de culpa
- incapacidad para aceptar las normas
- carencia de fuertes lazos familiares
- emotividad mal encauzada en la familia
- permisividad familiar
- violencia intrafamiliar
- exposición a violencia
Perfil de la víctima:
- personalidad insegura
- baja autoestima
- ansiedad - débiles o sumisos
- introvertidos, tímidos
- inmaduros para su edad
- pueden tener alguna limitación física
- sobreprotegidos en la familia
- dependientes de su familia
- les cuesta hacer amigos
- menos populares
- terminan escapándose de la agresión protegiéndose con enfermedades imaginarias o somatizadas, aislamiento y finalmente pueden llegar a derivar en trastornos psiquiátricos
- Los agresores pueden ser activos o pasivos al igual que sus víctimas.
ConsecuenciasPara el agredido:
- fracaso y dificultades escolares
- ansiedad, fobia escolar
- déficit de autoestima
- cuadros depresivos
- intentos de suicidio
- baja expectativa de logro
Para el agresor:
- aprendizaje de la forma de lograr sus objetivos
- antesala de la conducta delictiva
- reconocimiento y status dentro del grupo
- generalización de esta conducta a otros ámbitos
Para los espectadores:
- deficiente aprendizaje de cómo comportarse ante situaciones injustas
- observación y refuerzo de modelos inadecuados
- falta de sensibilidad frente al sufrimiento ajeno
Son muchas las causas que pueden originar este problema, pero en lo que más debemos centrarnos es en las características que atraviesan estos niños o jóvenes. Mientras vayas leyendo, trata de recordar si alguno de tus estudiantes presenta alguno de estos ítems:
- cambios en el comportamiento del niño, cambios de humor
- pesadillas, cambios en el sueño o apetito
- dolores somáticos
- pierde o se deterioran sus pertenencias personales en el colegio
- aparece con golpes frecuentemente
- no quiere salir y no se relaciona con sus compañeros
- no quiere ir al colegio Indicios frente a los cuales debemos estar atentos como docentes:
- relación de los alumnos en el colegio, recreos, almuerzo
- los nombres con que se llaman los alumnos o grafitis
- darle importancia a las burlas
- atención a las diferencias físicas de los alumnos
- reclamos de los alumnos - quejas por robos
- notar los cambios de ánimo
- niños que están aislados
- evidencias físicas de maltrato
- variaciones del rendimiento escolar
- quejas de los padres
Como docentes debemos asistir a estos estudiantes, podemos decirles:
- ignora al agresor
- no muestres que te afecta
- aléjate, anda a un sitio donde haya un adulto
- habla con un adulto, especialmente tus padres y maestros y explícales lo mal que esto te hace sentir
- si no puedes hablar, escribe una carta
¡Ayuda a aquel que está atravesando ACOSO ESCOLAR, es nuestra labor! ¿Cuál es tu opinión?
Esperamos tus comentarios sobre este tema tan común en las Instituciones Educativas.
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